LA ERMITA DE SAN MATEO, EN RUINAS

- Un equipo de técnicos municipales ha desaconsejado la celebración de la festividad de San Mateo en sus instalaciones, a causa de los graves daños que alberga su interior; en la última década el PP solo le ha hecho trabajos puntuales de mantenimiento

La Ermita de San Mateo es un inmueble de propiedad municipal, que fue considera Bien de Interés Cultural (BIC) en 1963, pero su estado de conservación actual nada tiene que ver con los mimos que se merece un edificio con tal consideración. 

Su construcción se inició en el siglo XIV. Fue ubicada bajo la antigua Puerta de Morón, a las afueras de la ciudad, y se construyó para conmemorar la conquista de Carmona en 1.247 por el rey cristiano Fernando III ‘El Santo’. La iglesia consta de tres naves separadas por arcadas de herradura apuntada inscritas en sus alfices. En su interior solo quedan los restos de un mural que representa a Santa Lucía y que colocan en el siglo XV.

El PP, desde que accedió a la alcaldía de Carmona en 2011, nunca ha prestado a este BIC la atención que se merece, ejecutando sobre él solo acciones de ‘puro maquillaje’. La gestión de Juan Ávila y su equipo sobre la Ermita de San Mateo ha sido y es atroz. En 2015 prometió convertirla en un “centro de interpretación ambiental”, algo que ocho años después no ha cumplido. 

El Grupo Municipal Socialista lleva prácticamente una década alertando del mal estado del edificio, y solicitando trabajos urgentes que frenen la ruina y el deterioro que sufre. Concretamente, en julio de 2022 el Grupo Municipal Socialista elevó su preocupación a una Comisión de Ruegos y Preguntas, donde pedía el arreglo del techo y las grietas.

Lamentablemente, el tiempo ha dado la razón tanto a la oposición, como a tantos y tantas carmonenses que llevan años luchando para la puesta en valor de la Ermita; y este año la festividad de San Mateo ni siquiera se podrá celebrar allí. El avanzado estado de deterioro que padece su interior, hace que sea peligroso para acoger la celebración, que cada año congrega a cientos de personas, por lo que a petición de los técnicos municipales se trasladará a la Ermita de la Virgen de Gracia.

Este año, según adelantó La Revista, la fiesta será más ligera y menos ceremoniosa quedando anulado el cortejo de la Corporación Municipal bajo mazas.