El Grupo Municipal Socialista, a través de la abstención, ha facilitado la aprobación de los presupuestos con el único objetivo de permitir el pago a las empresas locales y a las asociaciones
A falta de tres meses para que finalice 2014, ocho meses para que
concluya su mandato y después de tres años y medio de Gobierno, Juan Ávila se
ha dignado a presentar el primer presupuesto de su mandato, una acción que no
responde a un arrebato de responsabilidad política, sino más bien a una
estrategia electoral.
El PP ha vuelto a demostrar una vez más su ausencia de talante y
su escasa capacidad de diálogo con el resto de fuerzas políticas. Ha
presentando un presupuesto que da cobertura en sus partidas a gastos realizados
sin consignación presupuestaria, gastos a los que Juan Ávila y su equipo deben
hacer frente.
Esta situación ha provocado que empresas locales lleven más de dos
años sin cobrar sus trabajos, tareas que fueron adjudicadas y ejecutadas en
tiempo y forma, y que por falta de la aprobación de los presupuestos no se han
podido abonar. Una tesitura que ha desbloqueado el PSOE propiciando el pago a
las empresas, y garantizando en cierta medida el mantenimiento de los puestos
de trabajo. El empleo es la mayor preocupación para el PSOE.
Siguiendo la línea que marca el Gobierno Central, Juan Ávila aboga
por destinar más dinero a la banca, y recortar, como viene haciendo desde que
se hizo con la Alcaldía, al tejido asociativo de Carmona, el mismo que
desempeña una labor social, cultural y deportiva encomiable en estos momentos
de dificultades.
El PSOE de Carmona no comparte en absoluto las principales líneas
de este presupuesto; sin embargo, ha optado por la abstención para permitir el
pago a proveedores y el pago de subvenciones a las asociaciones, evitando así
que algunas empresas locales, a las que el PP le debe grandes sumas de dinero,
sufran todavía más; y evitando, por supuesto, que las asociaciones tengan que
parar su actividad.
El PSOE de Carmona entiende que “el tejido asociativo, el empresariado local y, sobre todo, las
personas, la ciudadanía carmonensa no tienen la culpa de la mala gestión del PP”,
e insiste en que la abstención se debe a un ejercicio de “responsabilidad política”. La abstención del PSOE propicia el pago
a los proveedores y a las asociaciones y así ha emitido su voto, pensando en
ellos.
Ante esta presentación ‘in extremis’ de los presupuestos, cabe
recordar que el PP lleva más de tres años criticando la herencia recibida del
PSOE, una grave muestra de cinismo por su parte, ya que Juan Ávila lleva todo
este tiempo funcionando y gobernando con los presupuestos de 2010 del Gobierno
Socialista.
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