- El último pleno ordinario, celebrado ayer 31 de mayo, sobrepasó todos los límites de la democracia, con el popular insultando con sus actitudes a personal municipal allí presente y a la oposición
Cómo era de esperar, el PP de Carmona ya está haciendo un uso inadmisible de su mayoría absoluta. Lo venía demostrando en los últimos meses, pero lo ha certificado en el último pleno:
- El PP sube al máximo el sueldo a sus concejales y concejalas. Ha modificado el pleno orgánico (que se celebra en los inicios del mandato), incluyendo un incremento de los sueldos de sus delegados y delegadas, al máximo legal permitido.
El alcalde pone al 100% las liberaciones a todos los concejales y concejalas que las tenían al 75%. Esto supone un incremento del gasto para las arcas municipales, y por tanto, para el bolsillo de la ciudadanía. "Cuando estuvo en la oposición, el alcalde repetía aquello de que "había que dignificar la figura del concejal "; mientras que ahora, con mayoría absoluta, demuestra que todos los recursos son para el PP y solo para ellos; y que cuanto más puedan engordar sus nóminas, mejor", aseguran desde el PSOE.
Cabe recordar que el alcalde cobra su sueldazo como senador (más dietas) y los 1.000€ de indemnización que saca del Ayuntamiento.
- Apaga las cámaras para que la ciudadanía no pueda ver su abuso de poder. Cuando el debate plenario atajó la subida de sueldos a los concejales y concejalas del PP, Juan Ávila mandó a apagar las grabaciones, con la intención de que no queden registradas sus constantes faltas de respeto, tanto a los miembros de la oposición, como al personal municipal que allí estaba.
- Falta de respeto a los y las trabajadoras de la Residencia Municipal San Pedro. El PP no sólo desatendió sus reivindicaciones, sino que les faltó al respeto (incluso se ausentaron del pleno) con sus gestos inadecuados, palabras inapropiadas y falta de educación.
- Falta de respeto hacia la Oposición y el Presidente del Gobierno.
Todo esto solo viene a corroborar la falta de empatía del PP y su alcalde hacia la oposición, olvidándose de que sus concejales y concejalas también son legítimos representantes de la ciudadanía.